Riesgo de rechazo a los trasplantes capilares
El trasplante capilar es un procedimiento completamente seguro y fiable. Al extraer las unidades foliculares de un área donante del propio paciente el riesgo de rechazo es inexistente. Sin embargo, este es un miedo que a veces tienen las personas que se plantean someterse a un injerto capilar para poner fin de forma definitiva a la alopecia androgénica. A continuación, explicamos las razones por las que no hay que temer que se presente rechazo en las unidades foliculares injertadas.
¿En qué consiste un trasplante capilar?
De forma resumida, el injerto capilar es una intervención ambulatoria en la que se llevan suficientes unidades foliculares de la zona donante (occipital y laterales) a las zonas alopécicas (frontal y parte superior de la cabeza). Además, es posible recuperar la línea del cabello perdida.
Es una tarea muy minuciosa que debe ser realizada por un equipo médico especializado que disponga, además, de alta tecnología y quirófanos dedicados a esta labor. Contar con profesionales con experiencia capaces de aplicar metodologías innovadoras como la técnica FUE (Follicular Unit Extraction) es también clave para que el resultado sea el esperado. Ellos son los responsables de extraer las unidades foliculares de la zona donante, ya sean individuales (con un único cabello), dobles, triples o más, según el caso particular. Este proceso es delicado y exige mucha habilidad para no dañar los folículos. En cualquier caso, no quedará ninguna marca visible en esta área, que se recuperará por completo en pocos días.
Hecho esto se seleccionan y evalúan una a una las unidades foliculares extraídas para elegir las que mejor comportamiento tendrán a la hora de ser trasplantadas. Es algo que debe realizarse meticulosamente para conseguir una buena densidad y un resultado natural. En resumen, el trasplante capilar es una intervención indolora y muy eficaz para decir adiós a la alopecia. Se efectúa en una única sesión y con anestesia local y permite volver a la vida normal solo teniendo en cuenta una serie de cuidados.
¿Por qué es imposible el rechazo en un trasplante capilar?
Como hemos explicado, el trasplante capilar es un autotrasplante. Por tanto, el organismo reconoce las unidades foliculares trasplantadas como propias, puesto que lo son. Esta es la razón por la que no hay riesgo de rechazo en un trasplante.
En algunos casos se pueden extraer cabellos de otras partes del cuerpo del propio paciente distintas a la cabeza, como de la barba. Aunque no es la opción que recomendamos en Insparya, puesto que el tipo de pelo es distinto al de la cabeza, el riesgo de rechazo tampoco existiría.
Por tanto, al someterte a un trasplante capilar puedes tener la completa tranquilidad de que no va a producirse reacción alguna, que los nuevos cabellos crecerán con normalidad y que no volverán a caerse.
Esta es una de las diferencias entre injerto e implante capilar. En el caso del implante se insertan cabellos sintéticos en folículos muertos, por lo que no es necesario obtener folículos del área donante. Sin embargo, esos cabellos nunca van a crecer. Es más, si alguno de esos pelos se caen o sufren algún daño solo queda la opción de insertar otro nuevo. A esto hay que añadir que existe la posibilidad de que se produzcan infecciones en el cuero cabelludo y que el organismo rechace esos cabellos artificiales, algo que también puede pasar si se injertan cabellos de otra persona.
En conclusión, ya sea con técnica FUE o con técnica FUSS (Follicular Unit Strip Surgery), someterte a un injerto capilar no tiene riesgo alguno de rechazo.
Los cuidados postoperatorios son clave
Como ya hemos explicado, para recuperar el cabello y no volver a perderlo, la única opción definitiva es el injerto capilar. Si bien la habilidad del equipo médico es fundamental para el éxito de la intervención, que el paciente tenga en cuenta los cuidados posteriores marcará la diferencia.
En el postoperatorio del injerto capilar es vital seguir las pautas del médico. Entre ellas, reposar lo máximo que se pueda los tres primeros días tras el procedimiento, aunque es posible hacer vida normal. Tumbarse con la cabeza hacia atrás en un ángulo de 45º grados ayudará a que la anestesia vaya desapareciendo y no aparezcan edemas faciales. En esta etapa también hay que evitar lavar la cabeza, para no dañar las unidades foliculares injertadas. Asimismo, conviene hidratar continuamente la zona injertada con suero fisiológico, aproximadamente cada 20 minutos.
Ya el cuarto día se realiza el primer lavado, que se puede hacer en casa con las indicaciones médicas pertinentes o en la propia clínica. Se frotará el cuero cabelludo intervenido con gasas y suero fisiológico, para eliminar así las costras que hayan aparecido. A continuación se aplica una crema cicatrizante para acelerar el proceso de curación.
En cualquier caso, es importante que donde te realices el injerto capilar te hagan un seguimiento los meses posteriores para comprobar que todo marcha como debe. En Insparya seguiremos tu evolución los 18 meses después de la intervención.
Tratamientos capilares para mejorar los resultados de un trasplante capilar
Tras un trasplante el paciente se puede someter a tratamientos capilares para fortalecer, mantener y mejorar el aspecto del cabello. La mesoterapia capilar (mesoHair), el Plasma Rico en Plaquetas (PRP) y el láser de baja frecuencia se pueden recibir de forma individual o en conjunto para potenciar sus efectos. Así lograremos bioestimular, nutrir, aportar mayor resistencia, rejuvenecer el cabello y mejorar la circulación sanguínea que alimenta los folículos, entre otras ventajas sin efectos secundarios alguno.
En otro orden de cosas, si la zona donante no ha permitido lograr la densidad deseada tras el trasplante, podemos mejorar la estética capilar con micropigmentación capilar.
Además, siempre es recomendable utilizar productos de calidad para la higiene diaria, ajustados a las necesidades de cada cabello, como los champús de Insparya.
Si buscas una solución para tu alopecia y te planteas hacerte un injerto capilar, contacta con nosotros. Somos el mayor grupo clínico médico especializado en trasplante capilar, con más de 40.000 intervenciones realizadas con éxito.