Alopecia y ETS

Alopecia y ETS ¿cómo afectan las ETS a la alopecia?

La caída del cabello puede deberse a causas muy diversas, aunque las más comunes sean las hormonales y genéticas, responsables de la alopecia androgénica. Pero la caída del pelo, más allá de ser una afección muy común sobre todo en la población masculina, puede señalar que algo no marcha bien en nuestra salud. De hecho, en el paciente con una enfermedad de transmisión sexual (ETS), la alopecia puede ser un hallazgo asociado muy importante, que proporcione además pistas para el diagnóstico. 

¿Se puede caer el pelo si tengo una ETS?

Hay muchas enfermedades que pueden derivar en alopecia, desde la diabetes a la anemia, la tiña, el lupus… Pero la realidad es que es un síntoma frecuente en personas que han contraído una ETS, aunque hay que tener en cuenta que no la padecen todas las que se han contagiado.

¿Hay algo que se pueda hacer para recuperarse de la caída del cabello debida a las ETS?

Mientras que infecciones como el VIH, la gonorrea, la clamidia y el herpes se curan con tratamientos que suelen provocar la caída temporal del cabello por ETS, la sífilis es capaz de causar la caída del cabello como síntoma directo. Esto ocurre normalmente durante la fase secundaria de la enfermedad, que puede tratarse con antibióticos como la penicilina. En general, una vez superada la infección la salud capilar se recupera por sí misma.

Clínica Capilar Madrid I Insparya

¿Cómo puedo saber si estoy sufriendo una caída del cabello debida a una ETS?

Aunque es probable que la gonorrea y el herpes presenten síntomas como llagas y fatiga, no hay constancia de que estas infecciones causen directamente caída del cabello. La clamidia es otro ejemplo de ETS de la que no se sabe a ciencia cierta que provoque la caída del pelo; sin embargo, un tratamiento habitual para la clamidia es el fármaco azitromicina, un antibiótico macrólido que actúa eliminando las bacterias que causan la enfermedad, agotando tanto la vitamina B como la hemoglobina, lo que ocasionalmente puede provocar la caída del pelo.

Aunque muchas personas que contraen alguna de las enfermedades mencionadas pueden sentirse molestas por esta caída temporal del cabello, deben asegurarse de que la preocupación por perder el pelo no evite que reciban tratamiento de la propia enfermedad. No hay que olvidar que no tratarlas puede provocar que se agraven y, en última instancia, desencadenar la infertilidad del paciente junto con otras afecciones, como la enfermedad inflamatoria pélvica. 

VIH y pérdida de cabello

El VIH puede manifestarse con muchos y variados síntomas. No se trata sólo de perder linfocitos CD4, el VIH también modifica el comportamiento de varios tipos de células en el organismo, lo que a veces provoca reacciones cutáneas. 

El VIH en sí no causa la caída del cabello, pero sí provoca alteraciones que pueden generar varias afecciones. Por ejemplo, uno de los problemas cutáneos asociados al virus es la dermatitis seborreica que, si no se trata correctamente, puede derivar en alopecia seborreica.

Además, debido a la falta de linfocitos proliferan muchos hongos y bacterias en el cuero cabelludo. Una de las consecuencias puede ser la enfermedad denominada tiña capitis, que puede derivar en la caída permanente del cabello.

Si bien los primeros medicamentos contra el VIH provocaban la caída del cabello como efecto secundario, en la actualidad la mayoría de los tratamientos tienen muy pocos efectos adversos. La terapia antirretroviral (TAR) normalmente no implica un adelgazamiento del cabello. 

Sí existen, no obstante, otros medicamentos que personas con VIH toman para tratar  otro tipo de afecciones que pueden provocar la pérdida del cabello. Como ejemplo tenemos el aciclovir (Zovirax), prescrito para casos de herpes genital, que sí puede generar, como efecto secundario, la pérdida de pelo.

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¿Qué sucede con la sífilis y la caída del cabello?

A diferencia de otras ETS, hay evidencias de que la sífilis provoca la caída del cabello en los pacientes. La sífilis está causada por la bacteria treponema pallidum y provoca la aparición de llagas indoloras alrededor de la zona de infección en su primera fase. Si se diagnostica rápidamente, puede curarse de forma sencilla mediante un tratamiento corto con antibióticos.

Pero si el paciente llega a la fase secundaria es muy probable que se produzca la caída del cabello. Se trata de una alopecia no cicatricial, que puede producirse como manifestación única o acompañada de otras. En general se padece una alopecia difusa en parches en el cuero cabelludo, cejas, barba y otras partes del cuerpo. 

De hecho, este tipo de alopecia, si se presenta junto a lesiones en mucosa oral, dolor de garganta y otros síntomas como uretritis, puede facilitar el diagnóstico de sífilis o incluso de otras infecciones de transmisión sexual. 

¿Puede tratarse la caída del cabello causada por la sífilis?

Si a una persona se le diagnostica sífilis secundaria puede recibir tratamiento. Y aunque se haya producido la caída del cabello, una vez que el sistema inmunitario se haya recuperado volverá a crecer el pelo. Es importante recordar que, en algunos casos, el cabello no comenzará a crecer hasta que el paciente haya perdido todo el que tenía.

¿Qué puedo hacer para evitar la caída del cabello por ETS?

Evitar contagiarse de estas enfermedades es la única opción para evitar la caída del cabello que provocan. Utilizar preservativos durante la práctica sexual es la manera más efectiva de lograrlo.

Si crees que estás sufriendo una caída de cabello debido a una ETS, en Insparya podemos ayudarte. Lo primero es diagnosticar para prescribir el tratamiento más ajustado, y ya entonces abordar la pérdida de cabello.

Si has notado cambios en tu cabello, contacta ya con Insparya. Nuestros médicos especialistas, expertos en tratamiento de la salud capilar y diagnóstico te asesorarán de forma gratuita y te ayudarán a encontrar la solución más idónea para tu caso. Ponemos a tu disposición tratamientos que te ayudarán a mejorar tu calidad capilar, como la mesoterapia capilar, el Plasma Rico en Plaquetas (PRP) y el láser de baja frecuencia (Low Laser Therapy). Ya sea de forma individual o combinados, nutrirán y revitalizarán tu cabello contribuyendo a recuperar su aspecto saludable y juvenil.