Folículo piloso, ¿qué es?
Cuidar nuestra salud capilar y prevenir la alopecia pasa por tener unos folículos pilosos sanos. No son otra cosa que una especie de saco en cuyo interior crece el pelo. Si quieres saber más de las partes del folículo piloso, cómo es su crecimiento o qué funciones tiene, sigue leyendo.
¿Qué es el folículo piloso?
Un folículo piloso es una estructura compleja en forma de saco en donde nace el pelo. Se encuentra en la epidermis (capa externa) de la piel. El pelo empieza a crecer en la parte inferior del folículo piloso, en donde la raíz, formada por células proteicas se nutre de la sangre de los vasos sanguíneos cercanos. El tallo crece hasta atravesar esa epidermis.
¿Dónde se encuentran los folículos pilosos?
El pelo tiene una estructura sencilla, pero tiene importantes funciones en el funcionamiento corporal. Está formado por una proteína resistente llamada queratina y un folículo piloso que ancla cada pelo en la piel.
El bulbo piloso forma la base del folículo piloso, y es en donde las células vivas se dividen y crecen para construir el tallo del pelo. Los vasos sanguíneos alimentan las células del bulbo piloso y suministran hormonas que modifican el crecimiento y la estructura del cabello en diferentes momentos de la vida.
Los folículos pilosos se extienden desde la epidermis a la dermis, introduciéndose un poco en la hipodermis, que es una capa grasa que está justo debajo de la piel.
¿Cómo se forma el folículo piloso?
La formación de los folículos pilosos se produce durante la embriogénesis. Depende de una serie de señales enviadas entre las células dérmicas y las células epiteliales superficiales, que provocan cambios de destino en ambas poblaciones celulares. Esto provoca la diferenciación del tallo piloso, las vainas radiculares y la papila dérmica.
¿Cuál es la función de los folículos pilosos?
Cuando el cabello se debilita, no crece o se cae, habitualmente el problema se encuentra en los folículos pilosos. De su buen estado depende, en gran medida, que tengamos una buena salud capilar.
Con la edad el folículo se contrae, generando un cabello cada vez más fino y corto, hasta que llega un punto en el que no se produce pelo nuevo e incluso el folículo llega a morir y cicatrizar. En estos casos, la única opción para lucir melena de nuevo es el trasplante capilar.
Si estamos en esa primera fase en la que notamos que el cabello se debilita y comienza a caerse, podemos optar por tratamientos contra la alopecia como el Minoxidil, un vasodilatador que estimula los folículos pilosos, aportando una mayor cantidad de sangre. Se retrasa así la caída del cabello y se produce el crecimiento de nuevo.
Además, existe la opción de un tratamiento con Dutasteride, un antiandrógeno que se ha demostrado eficaz contra la caída, puesto que evita que el cabello vaya perdiendo calidad por la acción de las hormonas masculinas. Además, el Plasma Rico en Plaquetas (PRP) combinado con la mesoterapia capilar nutrirá y estimulará los folículos de las zonas afectadas por la alopecia.
Hay que tener en cuenta que, en caso de no tratar correctamente la foliculitis en el cuero cabelludo, los folículos pueden acabar por sufrir daños. Por suerte esta afección inflamatoria tan común es fácil de resolver.
Anatomía del folículo piloso
En esta estructura compleja que conforma la raíz del cabello, cuyo tallo crece hacia la epidermis y que es el folículo piloso, distinguimos las siguientes partes:
- Bulbo piloso. Se inserta en la parte más profunda de la dermis, y es el germen del pelo. En él encontramos la papila folicular, compuesta de melanocitos, melanosomas, células madre y capilares responsables de la nutrición del cabello.
- Glándulas sebáceas. Su labor es lubricar y proteger el pelo con la grasa que producen continuamente. Se estimulan con los andrógenos y se inhiben con los estrógenos.
- Músculo erector del pelo. También denominado piloerector, es un músculo pequeño, involuntario y de fibras lisas que atraviesa la dermis. Se encarga de que el pelo crezca perpendicular a la piel y no pegada a ella, como el vello.
- Vainas. Encontramos la externa, que rodea al folículo piloso, y la interna, que separa el tallo del pelo de la vaina externa.
Además, también están las papilas dérmicas en la capa más externa de la dermis superficial. En ella hay localizado un plexo vascular que se encarga de transportar oxígeno y nutrientes a través de distintos capilares. Se garantiza así que el cabello crezca correctamente.
Ciclo del folículo piloso
El ciclo de crecimiento del folículo piloso tiene tres fases en las que se alternan períodos de crecimiento (anágeno) con otros de caída (telógeno). El paso de uno a otro se conoce como fase catágena.
Fase anágena
La fase anágena es la fase activa del cabello. Las células de la raíz del pelo se dividen rápidamente. Se forma un nuevo vello que empuja al vello que ha dejado de crecer o que ya no está en la fase anágena, hacia arriba del folículo y, finalmente, hacia fuera. Durante esta fase, el pelo crece aproximadamente 1 cm cada 28 días.
Fase catágena
La fase catágena es una etapa de transición y alrededor del 3% de todos los pelos se encuentran en esta fase en cualquier momento. Esta fase dura entre dos y tres semanas. El crecimiento se detiene y la vaina exterior de la raíz se encoge y se adhiere a la raíz del pelo.
Fase telógena
Es la fase de reposo y suele representar entre el 6% y el 8% de todos los cabellos. Dura unos 100 días para el pelo del cuero cabelludo y más tiempo para los de las cejas, las pestañas, los brazos y las piernas. Durante esta fase, el folículo piloso está completamente en reposo y el pelo está totalmente formado.
¿Qué papel tienen los folículos pilosos en la salud capilar?
El folículo piloso no solo desempeña un papel fundamental en el crecimiento del cabello, sino que también contiene glándulas que producen y liberan un tipo de aceite natural llamado sebo. Por tanto, unos folículos pilosos sanos son esenciales no solo para tener una cabeza bien poblada, sino también para tener una piel suave y sana.
Relación del folículo piloso con la caída del cabello
Cuando el cabello se debilita, no crece o se cae, suele haber algún problema en los folículos o en su nutrición. Así que queda claro que de su buen estado depende, en gran parte, que nuestra salud capilar sea óptima.
¿Cómo fortalecer el folículo piloso del cabello?
Aunque no hay forma de evitar los factores genéticos y los relacionados con la edad, sí existen rutinas se pueden incorporar al día a día para mantener el pelo en la fase anágena (activa) el mayor tiempo posible. Estas son algunas de las mejores rutinas que podemos considerar que fortalecen el folículo piloso del cabello:
Masajea tu cuero cabelludo:
Al incorporar masajes regulares en el cuero cabelludo a tu rutina puedes ayudar a restaurar el crecimiento del pelo, estimular los bulbos que nutren las hebras y promover la salud y el bienestar general de las raíces.
Los masajes en el cuero cabelludo pueden mejorar el grosor y el crecimiento del pelo, pero también son excelentes para aliviar el estrés y la tensión. Puedes utilizar sólo tus manos o elegir un aceite capilar para complementar esta rutina.
Evita los tratamientos químicos:
Teñir tu cabello oscuro de gris puede parecer una idea genial para cambiar de imagen, pero definitivamente un tratamiento químico demasiado fuerte no ayuda al crecimiento natural del cabello ni al cuidado del folículo piloso. Es más, lo debilita. Si quieres tener el pelo lo más largo posible, intenta evitar tratamientos agresivos.
Cepilla tu cabello:
¿Sabes por qué es tan importante cepillar tu pelo a menudo? Porque hacerlo es la forma más eficaz de distribuir los aceites naturales y mantener una humedad saludable. Además, el cepillado mejora la circulación, lo que ayuda a que el cuero cabelludo esté más sano.
Pero, muy importante: no cepilles tu pelo mientras está húmedo, ya que mojado se encuentra en su estado más frágil. Y, por supuesto, nunca tires para desenredar, podrías romperlo.
Evita el calor:
Los utensilios de peinado con temperaturas elevadas dañan tu pelo, provocando que se rompa y encrespe. Si no puedes abandonar este hábito, al menos intenta disminuir la temperatura y aplica un protector térmico antes.
Aclarado con agua fría:
Las altas temperaturas son tan perjudiciales para el cabello como para la piel, así que siempre que sea posible aclara tu cabello con agua fría para ayudar a sellar la cutícula y fortalecerlo antes de peinarlo.
Vitamina B6 y ácido fólico:
Por último, consumir alimentos como el centeno, el arroz, el trigo o la avena resulta muy favorable para tu salud capilar, ya que tienen un alto contenido en vitamina B6 y ácido fólico, esenciales para la oxigenación de la sangre de los folículos pilosos.
Si te preocupa tu salud capilar o has empezado a notar que tu cabello ya no es el de siempre, contacta con Insparya para fijar una cita. Nuestros especialistas resolverán todas tus dudas, identificarán las causas de tu problema capilar y te ofrecerán la solución más ajustada.