Las células madre podrían resolver la alopecia
En los últimos años las células madre han sido protagonistas de múltiples descubrimientos científicos y de nuevos tratamientos en el área de la medicina regenerativa. La clave de este enfoque está en reemplazar las células dañadas por la patología que sufre el paciente, por otras de la misma persona. Con esta premisa se multiplicarán las posibilidades de realizar injertos capilares, hasta en casos de alopecias totales.
Investigación al servicio de la lucha contra la alopecia
En Insparya estamos comprometidos con la investigación científica y el desarrollo de estudios, que nos ayudan a complementar nuestra clara apuesta por la tecnología. Un buen ejemplo de ello es el sistema Dual Extraction Device, que facilita una extracción más eficaz, rápida, precisa y fiable de las unidades foliculares de forma muy poco invasiva, sin cicatrices y con resultados naturales.
En esta línea, también trabajamos en el área de las células madre a través del Insparya Science and Clinical Institute, dirigido por el Dr. Carlos Portinha. En él se está llevando a cabo junto a la Universidad de Oporto un proyecto de investigación basado en las células madre de la unidad folicular (órgano productor de pelo)
Una de nuestras metas es lograr soluciones para la alopecia para todos los pacientes, aún cuando la zona donante no tiene folículos en cantidad y calidad suficientes como para llevar a cabo un injerto capilar exitoso. Con esta investigación se pretende desarrollar una técnica que permita multiplicar los folículos extraídos de zonas distintas a la cabeza, así como modificarlos para que generen más cabellos. Al mismo tiempo, cada día conocemos mejor la unidad folicular, y buscamos cómo desarrollar nuevos tratamientos para la alopecia, sea con base en células madre o en fármacos nuevos.
En resumen, el cultivo de células madre foliculares, un proceso también denominado regeneración folicular o clonación capilar nos permitirá obtener miles de cabellos provenientes de una única y pequeña extracción. De esta forma será posible realizar un injerto hasta en los casos en los que no existe zona donante alguna, una limitación que se encuentran con frecuencia los expertos en injertos capilares a la hora de cubrir la calvicie derivada de una alopecia androgénica avanzada.
Multiplicar las unidades foliculares
Una unidad folicular puede generar desde uno a cuatro o más folículos. Los que contienen 3-4 son los preferidos para cubrir las zonas con alopecia, trasplantándose cerca de 4.000 unidades foliculares en una intervención. De ahí salen entre nueve y diez mil cabellos, que a veces no son suficientes para solucionar calvicies más avanzadas, que son las de grado VII en la escala Hamilton-Norwood y las de grado III en la escala Ludwig, en el caso de alopecia femenina.
En toda la cabeza hay cerca de 100.000 unidades foliculares, que suman cerca de la mitad en zonas donantes. Por esta razón, si se sufre una alopecia severa y se realizan varios injertos, es posible perder mucha densidad en la zona donante. Por este motivo también se puede hacer la extracción de folículos de otras partes del cuerpo, pero el cabello de barba, axilas o pecho no tienen la misma textura que los de la cabeza y no se logra, en general, un buen resultado con este tipo de pelos.
Esta problemática es una de las que motiva la investigación con células madre. El objetivo es conocer mejor la parte del folículo responsable de generar las células madre, la papila dérmica. Estas células son las que facilitan que se regeneren los folículos en miniaturización. La idea es replicar este sistema en laboratorio para obtener, con pocas unidades foliculares, miles nuevas para injertar o para ponderar nuevos tipos de terapia para la alopecia en un futuro próximo.
Es una técnica compleja, que exige contar con investigadores especializados y con una equipación tecnológica puntera, porque este procedimiento solo se puede realizar en un entorno muy concreto. En Insparya tenemos la motivación y los medios necesarios para encontrar la forma de poner fin a la alopecia gracias a las células madre.