Cómo un trasplante capilar puede mejorar la autoestima
La caída del cabello tiene un fuerte impacto psicológico. Es un elemento esencial de nuestra imagen, que además asociamos culturalmente a juventud, salud y vitalidad. Por esta razón perderlo puede poner en jaque nuestra salud mental.
Además de vernos menos atractivos, nuestra autoestima y confianza pueden verse afectadas. Asimismo, la inseguridad puede desembocar en la pérdida de relaciones sociales y hasta en depresión. Por eso la alopecia es más que un problema estético, es un problema de salud. Afecta a ambos sexos y, aunque los hombres la sufren mucho más y está socialmente más aceptada en su caso, las mujeres es más problemática por la presión de los cánones de belleza.
Un problema de la edad madura que empieza a manifestarse en la juventud
La alopecia androgenética, la más común, afecta en algún momento de su vida hasta el 80% de los hombres en España, uno de los países con mayor índice de afectación. Aunque se hace más patente a partir de los 40 años, puede empezar a manifestarse mucho antes, en torno a los veinte. Además, otros tipos de alopecia, como la areata, también pueden presentarse en pacientes muy jóvenes. De hecho, en Insparya realizamos trasplantes capilares a partir de los 18 años, para los que perder el cabello es una situación muy difícil de encajar.
Porque, sin duda, cuando se es joven la caída del cabello pesa mucho más. Por eso poner solución antes de que se pierda la autoestima o se entre en un estado depresivo resulta fundamental. En Insparya contamos con un equipo multidisciplinar con especialistas en psiquiatría, conscientes de que en ocasiones es necesario un abordaje integral.
Además, en los casos en los que el trasplante capilar no es una solución porque la zona donante no es suficiente para cubrir las áreas con calvicie, la micropigmentación es una alternativa con excelentes resultados estéticos. Con la introducción de pigmentos en la piel que simulan el nacimiento del cabello, se consigue un efecto afeitado muy realista o se genera un efecto óptico que aumenta la densidad capilar en zonas que la han perdido.
Los beneficios de un trasplante capilar para la autoestima
Una vez se empiezan a ver los primeros cambios tras el trasplante, pasados los dos o tres primeros meses desde la cirugía, los beneficios se multiplican: el paciente recupera de nuevo el control sobre su aspecto, algo que había perdido al ver cómo perdía cabello hiciera lo que hiciera. También se recobra la autoestima perdida y se dejan atrás hábitos tan poco positivos para la salud mental como compararse con otros hombres con cabello frondoso y sentirse inferiores. Asimismo, los pacientes se sienten más optimistas y seguros de sí mismos, y muchos vuelven a ser capaces de retomar las relaciones sociales sin el estrés que antes le provocaban.
En Insparya somos conscientes de que la alopecia es un problema con muchas aristas, mucho más allá de la cuestión estética. Reserva una cita para resolver todas tus dudas acerca del único tratamiento definitivo contra la alopecia y recupera tu aspecto juvenil y tu autoestima.