Alopecia femenina | Todo lo que necesitas saber
La alopecia femenina tiene solución
La sociedad actual pone el foco, principalmente, en la alopecia masculina, ya que el sector de hombres es más grande en España. Pero esto no quita para que la alopecia femenina sea un problema real que afecta también a muchas mujeres. Con el paso del tiempo cada vez son más las mujeres que se preocupan por su salud capilar y acuden a clínicas capilares para corregir o mejorar su cabello.
En muchas ocasiones el miedo o simplemente el desconocimiento hacen que las mujeres sean reticentes a visitar una clínica capilar. A esto se le suma la falsa creencia de que hoy en día las clínicas capilares se centran solamente en hombres, cuando la realidad es que la mujer es tenida en cuenta del mismo modo.
Aunque tendamos a pensar que la alopecia masculina y la alopecia femenina son iguales, nada más lejos de la realidad. Se han llevado a cabo multitud de estudios que se centran en detectar y comprender sus diferencias, tanto en causas como desarrollo. Entender cómo funciona la alopecia femenina y descubrir las mejores formas de combatirla.
¿Cómo se mide el grado de alopecia femenina?
En el caso de la alopecia femenina se utiliza la escala Ludwig, nombre que recibe de su creador, el Dr. Erich Ludwig, y que dividió dicha escala en tres estadios, haciendo una versión más resumida de la escala Norwood-Hamilton (escala masculina, de siete estadios).
En el primer grado, la mujer empezará a tener pérdida capilar en la zona superior de la cabeza, pero no afectará a la línea frontal. También podrá apreciarse que el cabello se vuelve más fino y tendrá una menor cantidad.
En un segundo grado, habrá un incremento de pérdida en la parte superior de la cabeza, el cuero cabelludo irá ganando visibilidad y la raya del cabello se hará más ancha. Si esta persiste en el tiempo se llegará al tercer grado pudiendo, incluso, acabar en una pérdida total del cabello.
¿Cuáles son los tipos de alopecia existentes en mujeres?
Cada caso puede ser totalmente diferente y no siempre tiene por qué repetirse un mismo patrón de pérdida capilar y de ahí que podamos encontrar distintos tipos de alopecia.
En el caso de las mujeres, la alopecia que más se presenta suele ser la alopecia androgenética, como puede observarse en la famosa escala Ludwig (escala de alopecia en mujeres), pero en ocasiones tiene un parecido cercano al patrón masculino.
Para los hombres la pérdida de cabello suele darse en la zona de las entradas y la coronilla. En cambio, las mujeres pierden el pelo de forma más difusa en el área superior y lo habitual es que mantengan la línea frontal. Las mujeres pierden densidad, después volumen hasta llegar a pequeñas calvas o, incluso, una calvicie muy pronunciada.
La alopecia androgenética, como su propio nombre indica, tiene una gran influencia de la genética que reciben de los padres y madres, pero no solo eso, sino que también hay una influencia hormonal. Las mujeres a lo largo de su vida tienen una gran cantidad de estrógenos en su cuerpo, pero cuando llega la menopausia esta hormona disminuye de manera relevante, dando paso al predominio de la testosterona, una hormona principalmente masculina. En este momento se nivelan estas dos hormonas en el cuerpo de las mujeres, favoreciendo que la pérdida de cabello sea más tardía en mujeres que en hombres.
Otro tipo de alopecia clásica es la areata, presente en ambos sexos. Este tipo de alopecia se da, sobre todo, en momentos de estrés. Suele haber un debilitamiento debido a una bajada del sistema inmunitario provocando calvas localizadas en las que se pierde de un día para otro el pelo. En principio no es irreversible ya que la unidad folicular se conserva intacta y en un futuro el pelo puede volver a crecer.
Aunque sin duda alguna, la alopecia más asociada a las mujeres es la alopecia fibrosante cicatrizal frontal. Para esta caída cabe señalar que el cabello va desapareciendo en forma de diadema, yendo de la zona frontal hacia atrás. Las mujeres postmenopáusicas son más proclives a sufrir este tipo de enfermedad y, aunque no se sabe de forma exacta, se cree que tiene un origen autoinmune.
En esta situación el trasplante de pelo es una solución, pero a diferencia de otros tipos de alopecias, podría llegar a caerse en algunos casos. Cabe destacar que con el seguimiento adecuado podría realizarse el trasplante y controlar la enfermedad a base de corticoides tópicos y tratamientos dermatológicos como el PRP (plasma rico en plaquetas).
Factores de riesgo
A parte de los factores de riesgo comentados anteriormente, existen otros que todas las mujeres deben de tener en cuenta. Un factor de riesgo clave sería a los seis meses del embarazo, debido a la revolución hormonal que sufre el cuerpo femenino, también todas aquellas que sufren de ovarios poliquísticos, las que tienen problemas de hipertiroidismo o hipotiroidismo debido a una bajada de la tiroxina en el cuerpo o, algunos más sonados como fumar o los malos hábitos alimenticios.
¿Cómo tratar la alopecia femenina?
Seguramente encuentres muchas “soluciones milagrosas” en el vasto mundo de internet a la alopecia femenina, pero la realidad es que es un problema serio que ha de tratarse con mucho cuidado y acudir siempre a profesionales. Como hemos visto existen muchos tipos de alopecia y a cada persona le puede afectar de un modo diferente.
Si se presentan indicios de alopecia deberá pedir una consulta con un especialista en el área para poder conocer el problema de base y tomar soluciones en consecuencia. Esta enfermedad afecta mucho a los hombres, pero en el caso de las mujeres el daño que produce a nivel psicológico es mucho más fuerte. La alopecia puede suponer un problema de círculo vicioso en el que se genera ansiedad y, esta a su vez produce alopecia.
Como tratamientos aparecen en escena el famoso minoxidil, como tratamiento poco invasivo. En el caso de que el paciente lleve bien este método sin ningún tipo de efecto secundario no habrá ningún problema. Pero en algunos casos existe la posibilidad de encontrarse problemas de hipersensibilidad en cuero cabelludo o un aumento de grasa en el mismo.
También surgen otras opciones como el plasma rico en plaquetas o la mesoterapia capilar (conjunto de vitaminas, proteínas, ácido hialurónico, etc). Se pueden emplear de manera individual o conjunta, con o sin trasplante capilar de por medio. Han demostrado excelentes resultados como tratamientos contra la alopecia. Aun así, deberá tenerse en cuenta que estos tratamientos tienen más ventajas usándose a modo de prevención y, obviamente, cuanto antes se empezaran a utilizar serán de más utilidad.
Principales preocupaciones ante el trasplante capilar
Las principales preocupaciones que nos encontramos en la alopecia femenina son el dolor durante el proceso, el hecho de tener que raparse la cabeza o el proceso de recuperación.
Ante el primer caso, el dolor, no hay de qué preocuparse ya que se utiliza anestesia local por lo que es totalmente indolora. Respecto al segundo suceso, raparse la cabeza, no es necesario. Con coger un par de tiras se podrá disimular la parte intervenida. Y en el último caso, el proceso de recuperación será cumplido en 3-4 días sin dejar ningún rastro de cicatriz.
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